Los
años bisiestos existen porque la Tierra no tarda exactamente 365 días en dar
una vuelta al Sol, tarda 365 días y cuarto, así que cada 4 años añadimos un día
completo al calendario para compensarlo, el 29 de febrero.
Pero
no queda ahí la cosa. Esta regla se cumple siempre y cuando el año en cuestión sea
múltiplo de 4 y no lo sea de 100, excepto que lo sea de 400. Así que el año
2.000 no debería haber sido bisiesto a pesar de que le tocaba, pero al ser
divisible por 400, sí lo fue. Esto es debido a que una vuelta alrededor del Sol
no dura exactamente 365 días y cuarto, sino que son exactamente 365,242198 días,
es decir, su regla aproximada sería 365 días +1/4 -1/100 +1/400 = 365,2425 días.
Incluso así, y a pesar de que cada 400 años nos saltemos tres años bisiestos, esta
aproximación acabará acumulando un desfase con los milenios y tarde o temprano tendremos que hacer un ajuste, tal y como hizo el papa Gregorio en la edad
media.
El
papa Gregorio XIII, asesorado por el astrónomo jesuita Christopher Clavius, promulgó la bula Inter gravísimas el
24 de febrero de 1582, en la que establecía
que tras el jueves 4 de octubre de 1582 seguiría el viernes 15 de octubre de
1582.
Con la
eliminación de estos diez días desaparecía el desfase con el año solar, ya que
al parecer las estaciones estaban cambiando de meses a ojos vistas. Para que no volviera a ocurrir, en el nuevo calendario se eliminaron
tres años bisiestos cada cuatro siglos. Así que, el 4 de octubre de 1582 fue el
último día del calendario juliano y el 15 de octubre de 1582 constituyó el
primer día del calendario gregoriano. Por tal razón, no existieron las fechas
del 5 de octubre de 1582 al 14 de octubre de 1582.
pues vaya tela. no sabia yo nada de todo esto! salvo que mi parto se adelantó, porque justamente debia nacer a finales de febrero en año bisiesto! que pasa entonces, cumples años cada cuatro años? jejeje un besote guapa!
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