Sería
fantástico que un día, en algún momento, toda la humanidad se uniera en el
esfuerzo común de recopilar el legado cultural que nos ha hecho lo que somos. Cada
documento, melodía, obra de arte, fórmula matemática o plano arquitectónico, ya
sea una pintura rupestre de nuestros orígenes o la más moderna composición
artística. Pero vivimos días extraños. Nunca estuvieron tan cerca los países,
ni tan a mano, pero la era digital está llena de contradicciones. Pone a
nuestra disposición el conocimiento sin fronteras y al mismo tiempo nos dice
que compartir nuestra cultura está mal. Incierto es el futuro en este tiempo de
cambio, pero quizás, entre tanto despropósito, aún podamos encontrar
iniciativas que nos devuelvan un poco de esperanza y de cordura.
Fue en
2005 cuando la biblioteca del Congreso de los EEUU propuso a la UNESCO la
creación de una Biblioteca Digital Mundial que contuviera con el tiempo, lo más
relevante de la cultura humana. Algo así como la Bibliotheca Alexandrina,
construida en las costas de Egipto en conmemoración a la tristemente
desaparecida Biblioteca de Alejandría, pero en formato digital. Por supuesto, debía ser de libre acceso y en
el mayor número posible de idiomas, y la UNESCO aceptó la idea de buen grado.
Hicieron falta dos años para que La Biblioteca del Congreso y cinco instituciones
asociadas presentaran un prototipo de la futura Biblioteca. Y finalmente en
2009, fue desarrollada y lanzada al público internacional de la red.
La
premisa de la Biblioteca es muy clara:
La Biblioteca Digital Mundial pondrá a disposición en Internet, de manera gratuita y en formato multilingüe, importantes materiales fundamentales de culturas de todo el mundo, incluyendo manuscritos, mapas, libros poco comunes, partituras musicales, grabaciones, películas, grabados, fotografías, dibujos arquitectónicos y más. Los objetivos de la Biblioteca Digital Mundial son promover el entendimiento y la conciencia internacional e intercultural, facilitar recursos a los educadores, ampliar el contenido no-inglés y no-occidental así como la cantidad y la variedad de contenidos culturales en Internet, colaborar con la investigación académica, Facilitando recursos a los educadores, estudiosos y el público en general. Y permitir a las instituciones asociadas reducir la distancia digital dentro de y entre los países.
En
estos momentos la Biblioteca cuenta con un total de 137 socios colaboradores,
entre los que se cuentan las más prestigiosas bibliotecas del mundo, museos,
universidades, institutos y archivos. Y recibe apoyo financiero de los más
diversos mecenas, Google, La Fundación Qatar, La Corporación Carnegie de Nueva
York, La Universidad de Ciencia y Tecnología King Abdullah de Arabia Saudí o
Microsoft, entre otros.
Poco a
poco la biblioteca ha ido incluyendo contenido y desde su inauguración en 2009
ha llegado a recopilar 4.619 archivos accesibles en árabe, chino, español,
inglés, francés, portugués y ruso. Una de las características más
impresionantes de la Biblioteca Digital Mundial son las descripciones de cada
artículo, que responden a las preguntas: "¿Qué es este artículo y por qué
es importante?” Esta información, escrita por conservadores y otros expertos,
proporciona un contexto esencial para los usuarios y está diseñada para
despertar la curiosidad de los estudiantes y del público general de querer
aprender más acerca del patrimonio cultural de todos los países.
Quizás
entre las obras completas de Galileo Galilei escritas de su puño y letra y las
Cartas Náuticas del Mediterráneo de 1553, hecho de menos las bandas sonoras del
mejor cine de los últimos años o los documentales más recientes sobre el
Universo que nos rodea, pero no me cabe duda de que la Biblioteca Digital
Mundial es un claro ejemplo de cómo se debe tratar la cultura, al fin y al cabo
nuestro patrimonio, el de toda la humanidad.
Creo que fue una idea maravillosa. Conozco esta biblioteca hace tiempo y sin duda, es como meterte en una grandiosa biblioteca virtual.
ResponderEliminarEs como sentirse atrapada en esas bibliotecas añejas que custodiaban celosamente la iglesia siglos atrás... Una maravilla, sin duda :)
Impresionante.
ResponderEliminarHola Zenda.
ResponderEliminarSin duda una maravilla. La versión moderna de la tristemente desaparecida Biblioteca de Alejandría. Por lo menos está no se puede quemar pero no se puede bajar la guardia siempre hay gente con malas intenciones.
Un abrazo