50 Años de Gagarin

Este año se cumplen 50 años de la proeza que realizó Yuri Gagarin, fue el primer ser humano en salir al espacio. Parece poca cosa visto así, como si ya estuviéramos acostumbrados a la presencia humana en el espacio y afortunadamente, así es. Pero ni siquiera ahora, teniendo a seres humanos fuera de la Tierra en todo momento, cuando sabemos tanto del espacio que nos rodea, nos atrevemos a enviar a una persona ahí fuera metido en una cápsula y sin apenas protección, para que se dé una vuelta. Siendo la primera persona que lo hizo y en esas condiciones, tiene el mérito propio de los pioneros. Afortunados seres humanos que pudieron contarlo y nos abrieron las puertas.

La Misión

Todo empezó el 12 de abril de 1961 cuando Gagarin subía a bordo de la nave Vostok 1, que fue lanzada desde el  Cosmódromo de Baikonur. En el momento del despegue y como se puede escuchar en el vídeo, Gagarin dijo: ¡Poyejali! que en ruso significa ¡Vámonos! Esa simple palabra se convirtió en uno de los símbolos de la era espacial (junto a la famosa frase de Neil Armstrong "Es un pequeño paso para el hombre, pero un gran salto para la humanidad"). Además, empezó a ser parte de la cultura popular rusa. Ahora se usa antes de iniciar algún trabajo o proyecto, especialmente si es complicado o arriesgado, y también ha pasado a utilizarse como brindis.



El Vuelo

El lanzamiento fue limpio, muy propio de los lanzamientos rusos; y se puso en órbita sin problemas realizando una vuelta completa al planeta. El vuelo fue totalmente automático, ya que el panel de control estaba bloqueado, aunque Gagarin poseía un sobre cerrado con el código numérico para el caso de que hubiera necesidad de tomar el control manual de la nave. La carga de la nave incluía equipamiento de soporte vital, radio y televisión para monitorizar las condiciones del cosmonauta.

Todo fue bien hasta que llegó el momento de la reentrada y se cree que por algún problema técnico, el módulo de equipamientos de la nave no se separó de la cápsula al final de la misión,  y acabó provocando una situación crítica al quemarse en la reentrada. Después lo cual, Gagarin saltó del módulo y descendió usando un paracaídas propio (como en un principio estaba planeado), aunque la URSS haya negado esto durante años por miedo a que el vuelo no fuera reconocido por las entidades internacionales, ya que el piloto no acompañó a su nave hasta el suelo.

A las 10:20h de aquel día, Gagarin aterrizó en paracaídas en Tajtarova (Siberia) y una campesina fue la primera persona en ver la silueta del cosmonauta recubierta por un mono naranja. «¿Vienes del espacio exterior?», preguntó la anciana. «Ciertamente, sí», dijo Gagarin que, para calmar a la campesina, se apresuró a añadir: «Pero no se alarme, soy soviético».

Curiosidades del Vuelo

Cuando Gagarin vio la Tierra desde 315 km de altura quedó sobrecogido y ante su sorpresa dijo la famosa frase: "¡La Tierra es azul!". Aunque se le han atribuido frases que no dijo como: “Aquí no veo a ningún dios”, lo que sí se sabe con certeza es que mientras estaba en órbita dijo: «Pobladores del mundo, salvaguardemos esta belleza, no la destruyamos».

La Misteriosa Muerte de Gagarin

El 27 de marzo de 1968, Gagarin murió al estrellarse el avión tipo caza MiG-15 que pilotaba acompañado por Vladimir Sirioguin, cerca de Moscú. Las causas del accidente nunca se tuvieron del todo claras. La versión oficial soviética explicó que Gagarin había conseguido desviar el avión lo suficiente como para evitar estrellarse contra una escuela, salvando así a miles de niños, pero que no había tenido tiempo de saltar del aparato. De las causas del accidente solo se daban opiniones ambiguas.

Recientemente un nuevo grupo de investigadores, con el ex coronel de la fuerza aérea soviética Igor Kuznetsov a la cabeza, creen haber descubierto tras nueve años de investigaciones de toda la documentación, lo que pasó realmente. Igor asegura que un conducto de aire quedó parcialmente abierto en la cabina del MiG-15, con lo cual ésta no estaba cerrada herméticamente. A los 10.000 pies de altura Gagarin se percató de que la cabina no estaba bien sellada así que decidió descender, en picado, hasta una altitud más segura. Pero la maniobra fue demasiado violenta, descendió extremadamente rápido lo que dio como resultado que ambos ocupantes perdieran el conocimiento y finalmente se estrellaran.

En el Museo del Espacio en Moscú se puede ver el aparato original con el que voló Yuri Gagarin al espacio.