La lluvia en los prados, ¡mejor aquí al lado!
La lluvia menuda, cae en la laguna.
La lluvia traviesa que juega de lado,
y moja las piernas de los que van tapados.
La lluvia furiosa que ruge un buen rato,
llenando de charcos los viejos secanos.
La lluvia con piedras que rompen tejados
y algunos paraguas... ¡agujereados!
La lluvia es la lluvia, cayendo en mi patio,
y la prefiero aquí, ¡cerquita de mí!
La lluvia me llama, por las ventanas…
¡Sal a jugar a charcos! tu jardín te espera,
¡Vamos a mojarnos!
Y salgo con ella, y juego en el prado,
mi risa y la suya juntitas sonando.
La lluvia se ha ido y sigo esperando,
que caiga de nuevo mojando mi patio.
Y mientras le canto, ¡como hacían antaño!
“que llueva, que llueva, la virgen de la cueva...”
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Los Libros
De duendes y trasgos,
de hadas y elfos,
de hadas y elfos,
de fuentes de aguas
que esconden secretos.
De juegos y risas mezclando su eco,
de páginas rotas de cuentos añejos.
De cielos con lunas,
de bosques siniestros,
de ninfas que cantan
creando misterios.
De ecos de risas y juegos mezclados,
en páginas rotas de viejos legados.
De ogros y duendes,
centauros y magos,
de brujas y hechizos,
y mares lejanos.
De risas en ecos, jugando en el prado,
a cuentos de viejas, aldeas y campos.
De viejos tesoros,
piratas y barcos,
de islas perdidas,
y patas de palo.
De dragones verdes;
de ollas, y plantas;
de sueños creados por mentes ufanas
se nutre mi mente, mi cuerpo y mi alma.