Todos
tenemos asumido que los planetas giran alrededor del Sol y que a su vez lo
hacen sobre su propio eje pero, ¿Por qué lo hacen? ¿Giran todos en la misma
dirección? ¿Qué les impulsa a rotar sobre sí mismos? ¿Por qué no ruedan como lo
haría un bidón? Y ya puestos, ¿Los planetas botan?
Si
partimos de la base de un sistema planetario como el nuestro, con una sola
estrella, nos tenemos que remontar a sus orígenes para entender por qué los
planetas rotan sobre sí mismos. Todo empezó con el colapso de gigantescas nubes
de gas y polvo que estaban en movimiento, ya que se trasladaban alrededor del
disco galáctico. Este movimiento de traslación unido a su propio peso, infirió
un cierto momento angular o movimiento rotativo en las nubes que, al colapsar,
formó discos protoplanetarios dotados de giro.
Cuando
estas nubes se colapsan suelen fragmentarse en partes menores que a su vez
sufren un colapso independiente (lo que finalmente serán los planetas),
conservando cada uno de esos fragmentos cierto efecto del momento angular
original. Esta rotación inicial se ve acrecentada cada vez más y más por el
impacto de fragmentos más pequeños, que son atraídos hacia el planeta que ya se
está formando. Finalmente y tras formarse definitivamente los planetas, esta
velocidad de rotación queda estabilizada hasta alcanzar la velocidad de
rotación actual.
Así
pues, todos los planetas rotan sobre su eje en la misma dirección, giran
alrededor del sol en la misma dirección y en un plano similar, que en nuestro
sistema solar es la misma dirección en la que éste viaja por la galaxia y la
misma dirección a la que gira la galaxia sobre sí misma. Todos, excepto Venus y
Neptuno.
Venus
es el único planeta del sistema solar que rota sobre sí mismo del revés y se
cree que lo hace debido a un impacto tan potente que, además de cambiar su
rotación por completo, le ha dejado un tremendo efecto invernadero. Y Neptuno
rueda alrededor del sol como lo haría un barril, supuestamente también por un
impacto tan potente que lo tumbó de costado. Aun así, ambos planetas rotan
sobre sí mismos.
Esto
es lo que consideramos un sistema solar estable y convencional, pero la mayoría
de estrellas son binarias o sistemas triples. ¿Qué pasaría con la rotación de
un planeta que orbitase a dos binarias con un centro de masas, más una tercera
estrella orbitando las dos anteriores en perpendicular? Si un sistema solar de
estas características tuviera planetas, ¿Podría darse la posibilidad de que
éstos pudieran botar en su órbita atraídos por una y otra estrella? Es decir,
que su órbita no siguiese un plano, sino que subiera y bajara como lo hace un
caballito en un tiovivo. O incluso, que esa misma órbita además de subir y
bajar por el plano de la eclíptica, se desplazara hacia atrás o adelante según
la atracción gravitatoria de las estrellas a las que orbita.
Lo
cierto es que sabemos muy poco de cómo se comportan los planetas puesto que
apenas conocemos el comportamiento de los que nos circundan, pero la diversidad
abrumadora que nos rodea nos da qué pensar en que quizás, lo que conocemos
mejor, no sea lo más habitual.
Menos mal que tus pildorillas, no requieren receta, ni tienen efectos secundarios, por que soy una adicta a ellas....
ResponderEliminarPor cierto... Voto por que los planetas reboten... Ellos tienen derecho a divertirse también ;)
Buen artículo, pero...el planeta que tiene su eje de rotación tumbado (casi paralelo al de translación) no es Urano en vez de Neptuno?
ResponderEliminarSaludos ;)
No me importaría estar botando en tú órbita :)))) muy guapo el video :)
ResponderEliminarSi... bueno... vale... si hubiese "dos binarias" joooder que cristo. Jajajajajajajajaja
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