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la definición técnica de Vida como una reacción que se replica a sí misma, ya
que bajo esta sencilla premisa la vida podría ser tan variada y estar
compuesta de tantos ingredientes y en tantas condiciones, como queramos. Y
aunque la vida carbono-oxígeno parece la más óptima y conductiva, no deberíamos
descartar ninguna otra suposición por rara y arbitraria que parezca. De hecho,
es muy posible que todos, en algún momento, nos hayamos planteado la
posibilidad de una forma de vida completamente diferente a la que conocemos y
la hayamos creído posible.
Recientemente,
un equipo internacional de científicos de la NASA, el Instituto SETI de
búsqueda de vida inteligente, el Centro Aeroespacial Alemán y cuatro
universidades, ha propuesto que sean dos los criterios a tener en cuenta a la
hora de buscar mundos habitables: Por un lado el método tradicional en el que
nos hemos basado hasta ahora y que se conoce como índice de similitud de la
Tierra (ESI). Este método busca planetas dentro de la zona de habitabilidad de
su estrella, planetas a la distancia justa de ésta como para poder contener
agua líquida y por tanto, para albergar vida similar a la nuestra. La Tierra
estaría dotada de un valor 1 dentro de este índice.
Y la NASA,
para no desmerecer en su empeño de demostrar que el ESI es el modo más probable
de encontrar vida, acaba de anunciar para
nuestro deleite, la confirmación por primera vez de un planeta tipo Tierra a la
distancia justa de su estrella, una estrella de tipo espectral G, muy similar
al Sol. Este planeta denominado Kepler-22b, tiene 2,4 veces el diámetro de la
Tierra, se encuentra en la parte interna de su zona habitable y su periodo
orbital es de 290 días, lo que lo hace tremendamente parecido a la Tierra y por
ende, un más que posible portador de vida similar a la nuestra. Kepler-22b
estaría dotado de un valor 0,90 dentro de este índice, ya que al estar cercano
a su estrella y aunque ésta es ligeramente más fría que la nuestra, parece un
lugar que podría tener altas temperaturas.
Pero, ¿Sería
factible encontrar vida en mundos tan extremófilos como Titán? A pesar de que sus
lagos son de metano y de sus bajísimas temperaturas, y aunque a priori parezca
un lugar inhóspito, parámetros recientes empleados en la posible detección de
vida no tan convencional, parecen favorecer que ésta pudiera darse en un lugar
así.
Se trata
del método de habitabilidad planetaria (PHI), que admite condiciones extremas,
casi imposibles, en las que pueda desarrollarse alguna forma de vida
absolutamente extraña y desconocida. Como el caso de Titán (dotado con un valor de 0,64 dentro de este índice), quien ostenta el primer lugar en la lista
de planetas alejados de la zona de habitabilidad de su estrella, pero con posibilidades
de albergar algún tipo de vida extrema y distinta. El segundo en este ranking
sería Marte (con un 0,59), seguido de Europa, la luna de Júpiter (con un 0,49),
los Gliese g (0,45), d (0,43) y c (0,41). Los gigantes gaseosos Júpiter y
Saturno (con un 0,37 ambos), Venus (también con un 0,37) y Encelado, la luna de
Saturno (con un 0,35).
Por otra
parte en este otro método, la habitabilidad no se limita solo al agua como
disolvente e integra otros líquidos en los que podrían darse condiciones para que
la vida se replicase y evolucionase. Y tampoco se limita a planetas alrededor
de una estrella. Estos investigadores han llegado más lejos y dan por posible
la vida en los lagos de metano líquido de Titán e incluso en planetas errantes,
huérfanos de estrella. ¿Es tan extraño que un planeta como Kepler-16b que
orbita dos soles, albergue vida? Y en el plasma de una estrella, ¿es imposible?
Zenda, creo que necesitamos más post tuyos para digerir adecuadamente tantas noticias que este pequeño planeta va descubriendo del gran Universo en el que nos encontramos.
ResponderEliminarDesconocía los índices ESI y PHI para catalogar los exoplanetas. Números que nos permiten visualizar lo que andamos buscando, planetas con vida.
Y la definición de Vida como una reacción que se replica a sí misma me parece absolutamente genial.
Me apunto a lo que dice Pepe. Es necesario mas explicaciones como esta que has dado y al igual que el, me encanta tu definición de vida :)
ResponderEliminarNo es que esté parca en palabras, es que Pepe ha explicado muy bien, lo que yo siento.
MUy buen post Zenda, claro, ameno e instructivo. ¡¡¡Noraboa!!!
ResponderEliminarEncantado de volver a leerte, me paso de cuando en cuando pero paree que tienes el blog un poco abandonado, espero que sea por gusto.
ResponderEliminarEstupendo post como siempre
Un abrazo y feliz día festivo.
Sí, más allá de Orión he visto personas de fuego bailar sobre hogueras de carne y lagos de agua roja.
ResponderEliminarComo en todo, la imaginación tiene unos límites y deberíamos saber dónde ponerlos.
Eso no quiere decir que no vaya a haber vidas extremófilas pululando por ahí, pero evidentemente todo responderá a unas variables esenciales...
Saludos, Zenda y comentaristas
Gracias a todos por vuestros comentarios, es un placer leeros :) Un abrazo!
ResponderEliminar¡Feliz Navidad! Zenda. Espero que pases unas fiestas entrañables junto a los tuyos.
ResponderEliminarUn abrazo muy fuerte.
Hola Zenda.
ResponderEliminarEstupendo post, como todo tu blog :D
¡¡FELIZ AÑO NUEVO!!
Un abrazo
Yo discrepo, y me pregunto (algo para lo que no tengo respuesta) si para hallar la zona de habitabilidad de una estrella dada se supone un planeta como la Tierra, o por el contrario se "personaliza" para cada planeta. Por ejemplo, un planeta como Júpiter en la órbita de la Tierra, seguirá siendo igual, más caliente, pero no podrá albergar vida debido a las condiciones climáticas. Me parece que estos planetas en condiciones de habitabilidad terrestres gocen de una presión mayor debido a su mayor gravedad, y por ende de un efecto invernadero mayor.
ResponderEliminarSaludos