Mucho se ha hablado estos días sobre la sonda Messenger y su llegada a Mercurio. Sobre una de las carambolas interplanetarias más audaces que sin duda pasará a la historia, ya que después de casi 7 años de rebotes cósmicos, ha conseguido ponerse en órbita de Mercurio con la exactitud de un reloj. Y no es que haya sido la primera en hacerlo, la sonda Cassini tuvo que realizar un viaje similar hasta orbitar Saturno, pero tiene su mérito que se trate de un planeta tan pequeño, que orbita tan cerca del Sol y a tan alta velocidad. ¿Y qué tiene de especial Mercurio para dedicarle tantos esfuerzos? De eso precisamente trata este post.
Primero un Resumen de la Misión
La sonda espacial fue lanzada usando un cohete Delta II desde Cabo Cañaveral el 3 de agosto de 2004. Una hora después la sonda se separó con éxito del propulsor y comenzó su larga travesía hacia Mercurio.
Alcanzar Mercurio requiere grandes cambios de velocidad debido a la alta velocidad orbital del planeta. Además el planeta no posee apenas atmósfera, por lo que no es posible realizar la maniobra de aerofrenado, con la que se ahorra combustible. Para llegar a su destino, la Messenger tuvo que realizar varias maniobras de asistencia gravitatoria, que permiten cambios en la velocidad de la nave sin utilizar combustible.
La sonda hizo un sobrevuelo a la Tierra el 2 de agosto de 2005, con una aproximación máxima de 2347 km sobre Mongolia. Ha sobrevolado dos veces Venus, el 24 de octubre de 2006 a una altitud de 2992 km y el 5 de junio de 2007 a tan solo 338 km, poniendo a la sonda en ruta hacia Mercurio.
Messenger realizó 3 sobrevuelos de Mercurio, el primero el 14 de enero de 2008 y el segundo el 6 de octubre de ese mismo año. El tercero tuvo lugar el 29 de septiembre de 2009 para reducir gradualmente su velocidad y dirigir la nave hacia la inserción orbital, que tuvo lugar el 18 de marzo de 2011 y dar comienzo a su misión principal tras encender y comprobar los instrumentos.
Durante los acercamientos de la Messenger a la Tierra y la Luna, usó su espectrómetro para estudiar la atmósfera y superficie de ambos mundos. También realizó algunos análisis de la magnetosfera de la Tierra.
Mercurio
Mercurio es el planeta más cercano al Sol y quizás el más excéntrico de todos, no solamente por su órbita que ya ostenta ese título entre los planetas menores, sino por su carácter.
Es un planeta rocoso, sólo un poco más grande que la Luna. Alcanza temperaturas de hasta 430º C durante el día y se enfría hasta los -185º C de noche. Dadas estas temperaturas se podría decir que tenemos un “Crematoria” (Las Crónicas de Riddick) en nuestro Sistema Solar, pero tendríamos que correr mucho en su Terminator para mantenernos a salvo en tan tremenda superficie.
Un solo día de Mercurio transcurre en 2/3 de su año. Y 4 días antes de su perihelio y 4 días después del mismo (su posición más cercana al Sol en su órbita), se produce un amanecer doble.
Un doble Amanecer
Si estuviéramos en la superficie en ese momento, veríamos como el Sol sale, camina un trecho por el cielo, se detiene, retrocede hasta el punto por donde salió y seguidamente saldría de nuevo para, esta vez, seguir su camino por el cielo. Esto es debido a que en esos periodos la velocidad angular orbital de Mercurio iguala su velocidad angular rotatoria, dando la sensación de que el Sol se detiene en su avance e incluso retrocede.
Debido a que su perihelio gira 43” de arco más por cada 100 años de lo previsto por la mecánica clásica de Newton, se creyó que había otro planeta que orbitaba aún más cercano al Sol y perturbaba la órbita de Mercurio. A ese planeta se le llamó Vulcano pero ahora se sabe que no existe, y la explicación del comportamiento de la órbita de Mercurio está en la Teoría General de la Relatividad.
Otras Características
Mercurio está formado aproximadamente por un 70% de elementos metálicos y un 30% de silicatos. La densidad de este planeta es la segunda más grande de todo el sistema solar, siendo su valor de 5.430 kg/m3, sólo un poco menor que la densidad de la Tierra. Mientras la alta densidad de la Tierra se explica por la compresión gravitacional, particularmente en el núcleo, Mercurio es mucho más pequeño y sus regiones interiores no están tan comprimidas. Por tanto, para explicar esta alta densidad, el núcleo debe ocupar gran parte del planeta y además ser rico en hierro. Los geólogos estiman que el núcleo de Mercurio ocupa un 42% de su volumen total (el núcleo de la Tierra apenas ocupa un 17%). Este núcleo estaría parcialmente fundido, lo que explicaría el campo magnético del planeta.
Siempre se consideró que Mercurio no tenía atmósfera pero la Mariner X demostró que sí la tenía, aunque extremadamente tenue.
Y para finalizar os dejo los valores y Astrometría más relevantes de este fascinante planeta de nuestro vecindario y las impresionantes fotos más recientes de la sonda Messenger.
Pulsa sobre cada foto para verla en su resolución original
¡Claro que no existe Vulcano, pues fue destruido en la última película de Star Trek, ja ja ja!
ResponderEliminarDisculpe la tonta broma señorita Zenda. Mercurio si que se parece a la Luna ¡Ah! Muchas gracias por el artículo.
XDDDDDD Yunni! tienes razón fue destruído :) Muchas gracias a ti por leerlo. Un abrazo!
ResponderEliminarExcelente como siempre, Zenda. Enhorabuena.
ResponderEliminarAlbert